¿Cuánto vale una vida humana? Una innovadora terapia contra el cáncer promete salvar vidas, pero es extremadamente cara.
¿La paga el seguro médico? ¿A cuánto ascienden las ganancias del fabricante? ¿ Hay grupos de presión detrás interesados en inflar los precios?
En 2018 se aprobó en Europa la terapia genética Kymriah. El tratamiento altera las propias células del paciente para combatir el cáncer. Se devuelven al organismo por via sanguínea. Los estudios alcanzan apenas 18 meses. Un período en el que remitió la enfermedad en el 40% de los casos de cáncer de glándula linfática investigados. Aún no está claro si Kymriah tiene efectos a largo plazo. La compañía farmacéutica suiza Novartis ofrece la nueva terapia, que cuesta 370.000 francos suizos por paciente. Los seguros médicos no suelen estar dispuestos a pagar tanto y se quejan de falta de transparencia. Pero las células asesinas no se inventaron en los laboratorios de Novartis, sino en una universidad de EE. UU. Cuando el profesor Carl June comenzó su investigación hace casi 30 años, ninguna compañía farmacéutica estaba interesada. Pudo desarrollar la terapia genética Kymriah solo gracias al dinero de las recaudaciones fiscales y las donaciones.
Después de que la historia de una niña con leucemia diera la vuelta al mundo y su cáncer remitiera gracias a Kymriah, la compañía farmacéutica Novartis se aseguró los derechos de comercialización. Para llevar Kymriah al mercado, Novartis financió los ensayos clínicos necesarios. No es un caso aislado: más del 60% de los medicamentos recientemente aprobados en los EE. UU. son desarrollados por pequeñas empresas de biotecnología o universidades. Las farmacéuticas actuales suelen funcionar como donantes de capital y cooperan con las universidades o compran empresas de biotecnología. En la industria farmacéutica se ha producido un cambio de paradigma. Si los altos precios de los medicamentos se justificaban antes por lo